Cómo poner el corrector y lograr el 'contouring' perfecto

La irrupción de la hermanas Kardashian en el star system elevo a categoría de culto la aplicación de contorno y corrector para lograr reesculpir los volúmenes del rostro y hacerlos más armónicos. Desde entonces, son pocas las personas que se maquillan a diarios y no poner en práctica algunas de las directrices del contouring.

Es cierto que el contouring extremo, como lo aplica Kim Kardashian, ha pasado a mejor vida y en la actualidad se opta por maquillar el rostro suavizando la técnica. Sin embargo, los principios que sustentan la técnica, de establecer zonas oscuras y claras para equilibrar las formas del rostro siguen más vivos que nunca y lo cierto es que a veces resulta un poco lioso controlar al cien por cien cuáles son las áreas donde hay que aplicar el corrector, para aclarar y resaltar, y en qué zonas el contorno, para oscurecer y hundir ópticamente.

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Y es aquí donde Tiktok vuelve a ser fundamental para encontrar una solución que nos ayude a crear ese contouring suave pero definido, sin tenernos que parar a pensar cada vez que nos maquillamos donde poner el corrector. La maquilladora Sarah Wolak ha publicado en esta red social un, a priori, impactante vídeo donde comparte una forma peculiar de aplicar este producto. Y es que la imagen de la make up artist con el corrector aplicado sin difuminar recuerda a las mismísimas obras pictóricas de Picasso.

Lo que hace Wolak es poner el corrector en las ojeras, seguidamente desliza el aplicador alrededor de la nariz y desde aquí traza el contorno de sus labios. Desde este punto se desliza al pómulo y después repite en el otro lado de la cara. Y es este movimiento, que resulta satisfactorio al ojo humano -igual que los absurdos vídeos en los que se desmenuzan pastillas de jabón- lo que contribuye a que estos clips se viralicen por la red social. En este momento se puede decir que el rostro queda hecho un auténtico cuadro, concretamente una obra cubista, pero aquí no acaba el proceso.

Durante unos minutos se debe difuminar el producto, con rapidez, para que no se seque, de manera que se integre con la piel. Para lograr un resultado óptimo, lo ideal es escoger una brocha de pelo abierto, pero no demasiado grande, que nos permita tener el control sobre el producto y también se puede integrar el corrector con una esponja. Tras este proceso el resultado es realmente sorprendente: el rostro queda fresco, iluminado y armonioso.

La maquilladora cuenta al digital Allure que este truco es el resultado de un intenso estudio de su cara, tras poner en práctica otras técnicas más habituales y que ninguna de ella le resultara satisfactoria.»Tenía los pómulos más altos, las cejas más rectas, una frente cuadrada y una línea de la mandíbula más afilada. Me di cuenta de que necesitaba idear una técnica yo misma, así que me tomé el tiempo para estudiar mi rostro y aprender qué me quedaba mejor. En lugar de enmascarar involuntariamente mi estructura ósea natural, aprendí a mejorarla y aceptarla«.







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