Siete consejos para peinarte sin maltratar el pelo

Peinarse parece un gesto tan sencillo que no merecería explicaciones salvo que no seas de este mundo, pero no te equivoques, hasta eso necesita de algunas recomendaciones para que tu pelo no salga mal parado. Aquí van unos trucos básicos que te ayudarán a lucir un pelo brillante y sano.

Los preliminares son importantes

Antes de lavarte el pelo, cepíllatelo por dos buenas razones: para eliminar restos de suciedad y polución y para que después sea más fácil peinarlo y sufra menos tirones.

Hazlo suave

La tentación al salir de la bañera es restregarse la toalla para eliminar la mayor cantidad de humedad, pero es un gesto que daña el pelo y hasta lo puede romper. Hazlo sin retorcer el cabello y elige una toalla de fibra en lugar de algodón, pues absorbe más y deteriora menos el pelo.

En mojado, ve con cuidado

La mejor manera de desenredar el cabello sin erosionarlo es hacerlo dentro de la propia bañera, cuando te has aplicado el acondicionador, primero con los dedos y después suavemente con el peine para que resbale y no levante la cutícula. Mejor opta por un peine de madera de púas anchas o un cepillo suave de cerdas naturales, que producen menor fricción.

No tengas prisa

Como el pelo está en un momento muy frágil cuando está mojado porque el agua lo hincha y favorece su rotura, no vayas a lo loco. Primero separa los mechones que tienen nudos y empieza a desenredarlos por las puntas, no por la raíz.

El secador, en su punto

Si eres de las que pone la máxima potencia en el secador para secar el pelo cuanto antes, lo estás haciendo mal. Ponle la temperatura más baja y la mínima potencia para evitar el encrespamiento.

Empieza por delante

El frontal es lo que primero se seca, especialmente si llevas flequillo, así que comienza a moldear antes que nada esa zona, pues en caso contrario tendrás que volver a mojarte esa parte del cabello.

Termina con un buen pulido

Cuando vayas a darle forma utiliza un cepillo térmico, que deja pasar el calor, de esa manera no acumulará una temperatura elevada y, por lo tanto, no chamuscará el pelo. Si quieres un efecto ahuecado opta por los cepillos redondos y si quieres un alisado perfecto, mejor los de pala.

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