En lo que a cuidados de la piel se refiere, hay dos grandes grupos de personas. Por un lado se encuentran aquellos que dedican gran parte de su tiempo a seguir una rutina facial y, por el otro, quienes son capaces incluso de dormir sin haberse lavado la cara antes.
Dentro del primer grupo hay quienes también siguen sus cuidados del rostro los días que no han salido de casa, pero los más apasionados del sector de la belleza sabrán que las nuevas tendencias llevan meses hablando del ‘skin fasting‘, o lo que es lo mismo, ‘el ayuno de la piel‘. ¿Todavía no lo conoces?
El ‘skin fasting‘ consiste en ser capaz de pasar una temporada sin ningún producto de cuidado de la piel o, al menos, minimizarla lo máximo posible para darle el alivio necesario y conseguir que la piel se restablezca.
Pero al igual que las dietas relámpago y otras muchas tendencias temporales, este ayuno de la piel tiene sus ventajas y sus contras. Dotar a la piel de un merecido descanso le permite volver a su estado natural consiguiendo que trabaje por cuenta propia y aproveche los componentes que ya tiene y que la anatomía le ha otorgado.
Acostumbrados a dar en exceso a nuestro rostro y cuerpo cosméticos que añaden un valor extra a sus propiedades, este cese temporal consigue recuperar la naturalidad del mismo sin ninguna barrera que altere su estado de renovación de células.
Pero, ¿es correcto eliminar de golpe todos los productos que aplicamos a diario sobre la piel? Los expertos afirman que, como sucede en todos los ámbitos, cualquier interrupción instantánea de una rutina puede ser perjudicial. Lo ideal es ir paso a paso eliminando algunos productos hasta quedarse con los esenciales, sin necesidad de prescindir de todos. No obstante, ninguna piel es idéntica a otra y es probable que el ‘skin fasting‘ funcione en algunas personas consiguiendo resultados espectaculares.
Tan solo hay un producto que es indispensable: el protector solar. A pesar de estar mucho tiempo en casa, las ventanas también dejan pasar a través de sí los rayos UVA por lo que nadie se libra de ellos.
El ‘skin fasting‘, por tanto, puede favorecer en dos vertientes. Es un ayuno sirve a largo plazo para aquellas personas que gracias a su puesta en marcha han descubierto que tienen la piel lo suficientemente hidratada sin necesidad de cosméticos. Es también un proceso que ayuda a muchos de los consumidores habituales de cosmética a darse cuenta de cuáles son los productos que realmente necesitan y cuáles son aquellos que puede eliminar de su rutina.
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