Durante unos meses, las informaciones sobre Malú y Albert Rivera se encadenaban en un auténtico bombardeo mediático. El principio de su historia de amor, supuso no solo una sorpresa, sino un nicho de noticias y conjeturas de la pareja que, tras una pequeña pausa, cogieron fuerza con un rumoreado embarazo que ella confirmaría un par de meses más tarde.
Amantes ambos de la privacidad de lo que pasa de puertas para dentro de su casa, perdieron parte de la misma, aunque la defendieron con uñas y dientes. Pero lo cierto es que, tanto ese comienzo de su amor, como el embarazo y las especulaciones sobre el parto, suscitaron tal interés, que cualquier movimiento en sus respectivas cuentas de Instagram, por pequeño que fuera, generaba una expectación máxima.
El pasado 6 de junio llegaba Lucía. Su hija. La única que la pareja tiene en común. La niña ha fortalecido aún más esa relación que, pocos meses después de su comienzo, hubo quien aseguró que atravesaba un bache por el carácter de ella. Y la niña, también, les ha restado tiempo para dedicar a esas redes sociales de las que bebíamos para trazar un retrato robot, más o menos esbozado, de a qué se dedicaban una y otro.
Desde aquel día, las publicaciones que han realizado son mínimas. Ese mismo día de su llegada, el expolítico nos presentaba a la niña a través de una foto de su pie. Tras esa imagen, tierna y pura, tan solo encontramos cuatro publicaciones en tres meses.
La primera, en un acto público en Rentería. La segunda, con motivo de la celebración del día del orgullo LGTBIQ+. La tercera, una muestra de la presentación del libro de Derecho Mercantil que han publicado desde el despacho de abogados en el que trabaja. La última, una cita de Henry Viscardi que invita a reflexionar sobre la responsabilidad.
La misma foto que Albert usó Malú para presentar a la niña. Un pie que marcaba un antes y un después en sus tablones de Instagram. Sobre todo, porque eran conscientes de que esa responsabilidad que citaba Rivera, les iba a consumir buena parte de su tiempo de cara a sus ‘followers’. Estos, deben entenderlo: lo primero es lo primero.
La cantante ha realizado alguna publicación más que su pareja. Hasta en siete ocasiones ha asomado la cabeza por ese universo virtual para atender a sus seguidores. La primera de ellas para recordar a Pau Donés, que perdía su batalla contra el cáncer el pasado 9 de junio.
Quizás entre toma y toma aprovechó para escribir al lado de una imagen del artista: «Un ejemplo de lucha y superación que siempre recordaremos y quedará en nuestros corazones … Descansa en paz compañero«.
Amén de celebrar ese día del orgullo LGTBIQ+, la artista celebró el día de la música y un sábado cualquiera en el que se despertaba con ganas de dar amor a quienes siguen su cuenta. Sus tres últimas publicaciones son vídeos cortos que ilustran lo poco que nos ha dejado ver de un verano en el que no ha renunciado a meter los pies en la piscina.
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