La familia real jordana vive un día muy especial, el 59 cumpleaños del rey Abdalá II y el 16 del príncipe Hashem, el pequeño de los cuatro hijos del matrimonio. Para celebrarlo, la reina Rania ha compartido una serie de imágenes de la familia. Por un lado, de los protagonistas del día, el rey y el príncipe Hashem en las que demuestran cariño y complicidad, aparte de apreciarse cómo ha crecido el joven príncipe. Junto a estas fotos, en color y blanco y negro, en las que ambos aparecen relajados y vestidos de manera informal, la reina escribe: "Parece imposible amarlos a los dos más, pero cada día me demuestra que me equivoco … ¡dos veces! Feliz cumpleaños Su Majestad y mi Príncipe Hashem".
Este ha sido el primero pero no el único emotivo mensaje que este sábado ha compartido Rania en sus redes sociales. Para felicitar a su marido ha publicado una foto de la pareja y ella le ha dicho: "Espero que cada año te traiga la misma paz que irradias al mundo. Feliz cumpleaños, majestad". Los reyes posan sonrientes con una playa como fondo de la imagen. El monarca viste un polo gris de manga corta y la reina luce una camisa blanca anudada en la cintura.
De esta forma, Rania vuelve a ‘hablar’ en público del amor que siente hacia su marido, y que sigue intacto tras casi 28 años de matrimonio. "Cómo no enamorarse de esa sonrisa una y otra vez durante 27 años", escribió con motivo de la celebración de su último aniversario.
Se casaron el 10 de junio de 1993, un año después de conocerse. Rania asistió a una cena organizada en casa de una de las hermanas del príncipe, y el hijo del rey Hussein y su segunda esposa, la británica Muna al-Hussein, se enamoró de inmediato. Como contó a People, "en el momento en que entró Rania, lo supe…. Fue amor a primera vista".
Cuando se casaron en el palacio de Zahran de Amán, ella con un imponente vestido diseñado a medida por Bruce Oldfield, nada hacía indicar que se convertirían en reyes. De hecho, los primeros años llevaron una vida normal en el apartamento que el rey Hussein les regaló por su boda. En enero de 1999, sin embargo, todo cambió. El monarca destituyó como heredero a su hermano Hassan, que había sido durante 34 años el sucesor oficial al trono, y designó para este papel a su hijo mayor. 15 días después, el rey falleció. El 9 de junio de aquel año, a punto de cumplir su sexto aniversario de casados, Abdalá se coronó como rey y Rania, una joven emprendedora nacida en Kuwait en una familia de clase media palestina, se convirtió en reina consorte.
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