Hay separaciones que sorprenden por inesperadas. Es el caso de la de Paloma Cuevas (47) y el torero Enrique Ponce (48). Este miércoles, la revista Semana publicaba que la pareja estaría preparando su divorcio tras casi un cuarto de siglo casados y una vida en común discreta, junto a sus dos hijas, Paloma y Blanca, y alejada de rumores en todos estos años. Según amplió ¡Hola! poco después, el matrimonio ha acordado de momento una separación temporal.
La lidia unió al torero de los ojos cristalinos y a la bella cordobesa. Paloma Cuevas se crio rodeada de diestros, ya que su padre, Victoriano Cuevas Roger (87), más conocido como Victoriano Valencia, despuntó como empresario taurino. Valencia fue muy popular allá por los años sesenta pero también estuvo considerado como culto y seductor. Fue de los primeros toreros en estudiar una carrera universitaria, se licenció en Derecho en la Universidad de Salamanca. Por el trabajo de su padre, Victoriano vivió muchos años en Barcelona y allí comenzó su pasión por la plaza. Tomó la alternativa en la Monumental en la Ciudad Condal con Antonio Ordóñez como testigo de su debut. Su carrera estuvo llena de éxitos y algún que otro percance. Toreó 20 veces en Las Ventas y en 1971 se retiraba en la plaza de Ibiza para casarse con Paloma Díaz, su novia desde hacía seis años. Junto a su hermano Pepe, Victoriano se convirtió en un gran empresario y fue apoderado de maestros como Julio Robles, Ortega Cano, El Juli o Miguel Abellán.
Poco después, el 11 de septiembre de 1972, llegaba al mundo Palomita, como la llaman en su familia, en Córdoba. La niña se crió en un ambiente acomodado y rodeada de personajes del mundo de la cultura y el toreo. “Coge el capote de forma sorprendente para su edad y no tiene miedo de los toros”, decía su orgulloso padre cuando ella tenía apenas dos añitos. Con él acudía a las plazas andaluzas para disfrutar de su gran pasión, los toros. Paloma estudió Empresariales y se marchó unos meses a Boston en Estados Unidos para completar su formación universitaria. En 1992, a la bella cordobesa le cambió la vida tras conocer a Enrique Ponce tras una corrida de toros.
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Un flechazo tras verlo torear
Fue en Algeciras y Enrique estaba comenzando su carrera. Durante la faena, el joven torero no acertó con el descabello del toro y la joven le pidió a su padre que le ayudara a dirigir su trayectoria en los ruedos. Y así lo hizo Victoriano, que se convirtió en su apoderado. Poco después coincidieron en un hotel en Jaén y Manuel Morilla, empresario y descubridor de Jesulín de Ubrique, los presentó oficialmente. Ella, con 19 años, tímida, dulce y con una belleza impresionante, hizo que Ponce cayera rendido a sus pies casi al instante. Él era un atractivo torero valenciano de 20 años que provocaba suspiros entre las aficionadas por su elegancia y sus ojos verdes casi cristalinos y limpios.
Enrique, cuyo tío abuelo fue el matador Rafael Ponce Navarro Rafaelillo había ingresado con 10 años en la Escuela Taurina de Valencia y debutó en público en agosto de 1986 en la plaza de Castellar, en Jaén. Tras más de cien novilladas y otras tantas orejas cortadas en los ruedos, Ponce tomó la alternativa el 16 de marzo de 1990 en la plaza de Valencia de manos de José Miguel Arroyo Joselito y con Miguel Báez el Litri, que luego sería uno de sus grandes amigos, como testigo. Confirmaba su alternativa en octubre de 1990 en Las Ventas, en Madrid.
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Su boda fue el evento social del año
Su boda se celebró el 25 de octubre de 1996 en la Catedral de Valencia, ciudad natal del torero, y al enlace asistieron grandes nombres del toreo como José María Manzanares, Francisco Rivera o Juan Antonio Ruiz Espartaco. Fue uno de los acontecimientos sociales más comentados de la época. Paloma estaba radiante con un vestido en seda natural de línea romántica y velo sobre su rostro diseñado por Chus Basaldúa. Como detalle, la novia recuperó el polisón y las mangas de su vestido nupcial y de su abuela llevó unos pendientes de brillantes y perlas en forma de pera.
Con los nervios, uno de los momentos anecdóticos de la boda fue que los novios se dejaron olvidadas las alianzas en su hotel y tuvieron que mandar a un familiar a recogerlos a toda prisa. Durante el banquete, que se celebró en el restaurante Devesa Gardens, en El Saler y donde los más de 1.000 invitados degustaron una cena a base de crema, bogavante y solomillo, Paloma y Enrique cortaron un enorme pastel de varios pisos que recreaba la plaza de toros de Valencia y la torre del Miguelete (campanario de la Catedral de Valencia) y después bailaron desde el tradicional vals hasta sevillanas y bailes más tropicales.
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Dos hijas y una vida tranquila
Aunque su deseo era ser padres rápidamente, no anunciaron que esperaban un hijo hasta octubre de 2007, casi 11 años después de su boda. El 27 de abril de 2008 nacía su primera hija, Paloma, el 9 de enero de 2012 venía al mundo la pequeña Blanca. El matrimonio ha llevado una vida tranquila en su cortijo La Cetrina, en el término municipal de Navas de San Juan en Jaén, muy cerca de Úbeda. Paloma, siempre discreta y considerada una de las mujeres más elegantes de España (su diseñador favorito es Eduardo Ladrón de Guevara, del que es imagen), es una habitual en las fiestas más exclusivas y glamurosas.
En 2011, la cordobesa ponía en marcha una tienda de mobiliario infantil en el madrileño barrio de Salamanca a la que han acudido famosos como Bertín Osborne o David Bisbal para decorar las habitaciones de su retoños. También ha gestionado la producción de aceite de oliva en la finca de su marido y ha colaborado con firmas de joyería como diseñadora. Mallorca siempre ha sido su refugio en verano donde han pasado las vacaciones casi desde que se casaron.
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El peor momento de Paloma
Ponce siempre ha recalcado que Paloma ha sido la persona más importante de su vida y su gran apoyo en los buenos y malos momentos. “Contigo los momentos son eternos porque haces que se detenga el tiempo cada vez que te miro a los ojos. Gracias por estos 20 años a mi lado, o yo al tuyo, por esa entrega absoluta de tu vida y tu amor hacia mí y por permitirme vivir toda una eternidad en tu corazón, junto a nuestras dos hijas a las que adoramos”, escribía el torero en sus redes hace apenas tres años. El diestro es académico de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba y ha recibido también la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
El matrimonio ha pasado por momentos complicados en los últimos años como la fuerte cornada que recibió en 2014 él en Valencia, en la feria de Fallas, o la muerte repentina por un infarto del único hermano de Paloma un año después y que dejó a la empresaria sumida en una profunda tristeza. Desde entonces pocas han sido las veces que Paloma ha acudido a algún acto social y ha preferido apoyar a sus padres en esta trágica pérdida.
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