Sarah Jessica Parker tenía 11 años cuando se subió a la furgoneta Volkswagen con la que su padrastro, Paul Forste y su madre, Barbara Keck, la llevaron desde su casa de Cincinnati hasta Nueva York. Más de mil kilómetros que recorrió junto a sus hermanos, Pippin, Timothy, Rachel, Megan y Andrew con destino a Broadway. Allí, la menuda cría de ojos claros se presentó a un cásting donde participaron cientos de niños. La expectación no era para menos: estaban en juego los papeles de los dos huérfanos que aperecen en Los inocentes, una adaptación de Otra vuelta de tuerca, de Henry James. El director era, ni más menos, que Harold Pinter, figura sin la que no se entiende el teatro del siglo XX, tarea por la que ganó el Nobel de Literatura en 2005.
Sarah Jessica Parker, que este jueves cumple 56 años, pasó la prueba con creces y fue elegida para interpretar a la huérfana Flora, debutando en su carrera como actriz por todo lo alto. Su hermano Timothy, Toby para los suyos, también causó buena impresión pero no tanta, y se tuvo que conformar con ser suplente del actor principal para hacer el papel del huerfanito Miles. "Después de que nos eligieran en nuestro primer cásting, pensamos que Nueva York sería pan comido", contó Toby en una entrevista concedida en 1996 a la revista Playbill sobre un estreno que tuvo lugar en el Colonial Theatre.
Aquel fue el primer papel de la protagonista de Sexo en Nueva YorK, dándole la réplica a Claire Bloom, actriz británica muy reputada; experta shakespearena; protagonista con Charles Chaplin en Candilejas; esposa y luego ex del novelista Philip Roth y dueña de un curriculum espectacular que a sus 90 años sigue alimentando. Toby también pudo actuar con ella, lo que le permitió compartir tablas con su hermana pequeña. "Es un orgullo poder decir que debutamos juntos", explicó él a Playbill. Pero no era el único miembro de la familia que arropó a la niña en su estreno: su padrastro también consiguió un empleo en Los inocentes como ayudante del director de escena.
En la segunda obra de Sarah, más miembros de la familia se implicaron a fondo, pues nada más acabar Los inocentesya estaban todos de gira por Estados Unidos con The Sound of Music, un musical que tenía como estrella a Shirley Jones, otra niña prodigio. Pero como informan algunas reseñas de la época que ha podido consultar Vanity Fair, no son pocas la veces que la protagonista se ve ensombrecida por alguno de los niños Parker, pues en aquella obra no sólo actuaron Sarah y Toby, también cantaron y bailaron Andrew, Rachel y Megan. Esta última fue también orgullo de su familia cuando a los 8 años fue aceptada para participar en el musical Evita. Aún no había nacido el pequeño, Aaron Forste pero sí la penúltima, Allegra, que tenía tres meses cuando empezaron la gira. Sarah y Toby recuerdan a su hermana pequeña durmiendo en los camerinos, metida en el cajón deun tocador y envuelta en una manta. La razón era sencilla: la madre, Barbara, fue en esa gira la encargada de vestir y peinar a todo el reparto.
Una madre-motor
A esa madre la recuerda Sarah siempre que puede. “Ella es la razón por las que sus ocho hijos son lectores ávidos y nunca salen de casa sin un libro”. Con la literatura la actriz tiene un vínculo aún más fuerte que con la moda, a pesar de que sea esa la faceta que más destacan los medios, del mismo modo que es cine y la televisión lo que le da más titulares y no el teatro, su verdadera pasión desde pequeña. Ese interés por las letras lo demuestra con su papel de editora y de activista: fue una de las primeras que se unió a la campaña para impedir que el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio recortara el presupuesto de las bibliotecas públicas. "Las bibliotecas significan mucho para mí y mi familia. He visitado mi biblioteca local y tomado prestados libros desde que tengo memoria", contó entonces una mujer que en aquella furgoneta no vivió el lujo y las comodidades que hoy conoce.
Su madre procuró que todos estudiaran baile, canto y arte dramático. Desde muy pequeña, Sarah recibió clases de David Blackburn, exbailarín y director artístico del Ballet de Cincinnati, así como de interpretación por parte de una estrella de la televisión local que formó a cientos de actores en Ohio, Kay King, a quien entrevistan en 1980 en el Cincinnati Enquirer en calidad de maestra de Sarah Jesica Parker. También recibió lecciones de piano y violín. Y para que se empaparan del ambiente, los llevaba al teatro desde muy pequeños. Sarah Jessica Parker ha recordado en alguna ocasión que el primer show que vio fue A Chorus Line, un espectáculo que junto a Grease o Cats tiene récords de permanencia en las carteleras de Nueva York. Con pocos recursos pero mucha voluntad, sus padres llevaron a los críos a Nueva York los días previos al estreno para ver los ensayos generales. Para ahorrar, compraron dos entradas sentadas y dos de pie (más baratas): "Durante los descansos, nos cambiábamos de sitio para poder estar sentados cada uno un rato", explicó la actriz con motivo de la muerte del compositor de la obra, Marvin Hamlisch, en 2012. A Chorus Line también fue su primer disco: "Hoy está en la colección de discos de mi madre. Recuerdo que cada vez que a Marvin le daban un premio Tony, en casa gritábamos ‘¡Hemos ganado’!"
https://www.instagram.com/p/BW8VnaYjJzV/
A post shared by SJP (@sarahjessicaparker)
Una familia en ruta
En su siguiente obra, Annie, quien fue elegida como suplente de la actriz principal fue Sarah Jessica Parker aunque pronto pudo tomar el relevo. El motivo es que las niñas –que tenían entre 12 y 14 años– crecían muy rápido y dejaban de parecer crías, por lo que no eran aptas para interpretar el papel principal de la obra. Por eso, en 1978 y cuando aún tenía 13 años, logró su primer rol protagonista: "Ser parte de un musical de Broadwayfue un sueño para mí".
Su estrellato allí duró poco porque a los 14 años dejó de parecer una cría. De hecho, la rápida sucesión de actrices en Annie suscitó que se escribieran varios reportajes que se preguntaban si ese sistema que crea pequeñas estrellas y las desecha a los pocos meses era ético, sano y conveniente. En un artículo publicado en diciembre de 1979 en el Daily’News de Nueva Yorkhablaban de su caso pero también del de otras críos que además de crecer, no querían pasar meses separados de sus familias para salir de gira. Ese problema no lo tenían los Parker, pues al viajar juntos y compartir pasión, la familia encontró una manera de vivir del teatro permaneciendo unida. Mientras, Sarah acudía a late nights y acaparaba páginas de los periódicos comprtiendo espacio con actrices consagradas como Liv Ullman para escribir reportajes blancos y emotivos para el día de la madre… nada de profundidad, pero sí muy significativo del camino que tomaría esa Parker, que se iba alejando, en lo profesional y en dirección ascendente, de su familia.
Y no es que a Toby le fuera mal. El mayor número de referencias que se encuentran sobre él en las hemerotecas remiten a mediados de los años 90 y gracias a su trabajo en Rent. El musical firmado por Jonathan Larson se basa en La bohème de Puccini y fue una consagración para Toby al ser capaz de representar cuatro papeles distintos. Para entonces, su hermana ya salía con Matthew Broderick, a quien conoció en Broadway cuando ambos trabajaban en la obra How to Succeed in Business without Really Trying por el que su novio ganó un premio Tony.
Ella compaginaba las funciones con el rodaje de La pareja chiflada, de Woody Allen, donde compartió cartel con Peter Falk. Y tenía encima de la mesa contratos para otros cinco títulos, con lo que su camino miraba ya más a Hollywood y al cine que a las tablas, mientras que Toby estaba involucrado de lleno con la Naked Angels, compañía de teatro que nació en 1986 y se especializó en abordar cuestiones sociales controvertidas. También por dar a conocer a intérpretes que luego serían estrellas de Hollywood, como Marisa Tomei, por ejemplo. Pero no fue el caso del hermano de Parker.
Los hermanos, sin embargo, están unidos. Que una cogiera el camino de baldosas amarillas, el otro se quedara en el más discreto de los telones y sea complicado encontrar una foto de ellos dos juntos, no impide que se encuentren cada vez que pueden donde empezó todo: el Broadway que los vio debutar hace 45 años. "No hay nada mejor que estar en un escenario de Nueva York", dijo ella sin poder evitar emocionarse en la promoción de Plaza Suite Broadway, pieza que interpretaba junto a Broderick. Su emoción era normal y tenía varias causas. Primero, era 2019 y desde 1996 no había vuelto a trabajar con su marido en una obra. Pero había algo más: "Yo debuté en este teatro, el Colonial Theatre, a los 11 años con mi hermano Toby. Los dos amamos este lugar, fue nuestro aterrizaje en Nueva York, nuestro debut y es nuestra casa", dijo sin poder contener las lágrimas Sarah Jessica Parker.
Nuestros periodistas recomiendan de manera independiente productos y servicios que puedes comprar o adquirir en Internet. Cada vez que compras a través de algunos enlaces añadidos en nuestros textos, Condenet Iberica S.L. puede recibir una comisión. Lee aquí nuestra política de afiliación.
Fuente: Leer Artículo Completo