El día que Norma Duval le arreó un zapatazo a Jimmy Giménez-Arnau

El 20 de octubre de 1993 es una fecha inolvidable en el calendario del mundo del colorín patrio, tiene la misma relevancia que, por ejemplo, las bodas estilo infanta de Rocío Jurado y Rociíto en Yerbabuena o la confesión de Bárbara Rey, ratificada por el Polideluxe, sobre su noche de amor con la periodista Chelo García Cortés. El 20 de octubre, Norma Duval le arreó un zapatazo a Jimmy Giménez-Arnau ¿Cómo sucedió todo?

A las 11 en punto de la mañana en el estudio de ONDA CERO de Pintor Rosales. Luis del Olmo y su equipo de Protagonistas esperan la visita de Purificación Martín Aguilera (nombre real de la divina vedette), que se dirige hacia allí para aclarar unas informaciones relacionadas con su vida que se han tratado en el programa. Para cebar la cortesía, el escritor y contertulio Jimmy Giménez-Arnau se refiere a ella como la portavoz del Partido Popular mientras departen sobre la última polémica del programa de televisión La máquina de la verdad. El veterano conductor recrimina el comentario y matiza que el portavoz del PP es Mariano Rajoy y que Norma sólo ha dado su apoyo al partido en algunas campañas. Famosísima es la imagen de José María Aznar estrechando la mano en alto de la estrella del Folies Bergère de París durante un mitin.

Jimmy ha cogido carrerilla y tira millas haciendo oídos sordos a las palabras del locutor. Con cierta sorna Jimmy pone sobre la mesa que la bailarina y presentadora se queja de que por culpa de su apoyo al partido de la derecha no la contratan en muchas plazas gobernadas por el PSOE y añade: “Norma tuvo un gran mérito, salió de muy abajo, llegó muy alto y ahora va para abajo”. El fuego está encendido, la leña arde.

Norma acapara las ondas durante la sección de humor El estado de la nación porque “considera que Jimmy se ha metido con su dignidad, su familia y su profesión”. Su voz parece tranquila pero del Olmo matiza que Duval ha intentado abofetear a Jimmy según ha entrado por la puerta. Tras un eterno discurso –Norma le dedica a Jimmy lindezas tales como “no se puede consentir que una persona que vive de la miseria, de herir, de dañar, de envenenar, de chismorrear, se dedique a herir a las personas en su más íntimo: en su persona, en su familia”– el cronista social le anima a retomar el tono chulesco con el que ha irrumpido en el estudio fuera de micro.

La vedette embiste: “te he dicho que te voy a partir la cara hoy antes de irme y lo digo públicamente, y te la voy a partir porque a lo mejor eres sadomasoquista y es lo que necesitas”. Mientras Giménez-Arnau afeaba sus palabras a golpe de “ya lo sé, si por eso eres la nueva imagen del Partido Popular, que han elegido la mejor persona, claro”, Norma le lanzó uno de sus zapatos grises de tacón de aguja. Surrealista pero cierto. El poder del sonido y la capacidad de la radio para recrear en nuestra imaginación lo que nuestros ojos no ven nos permiten dibujar con exactitud este momento exacto del que sólo existe una instantánea.

Cuando uno cree que la escena no puede disparatarse más, uno de los colaboradores precisa: “apunta bien”. Vuelven a tarifar a cuenta del Partido Popular, de la vida privada y profesional de la una y del otro. Luis del Olmo no abrió la boca en ningún momento, ni cuando Norma se refiere directamente a él culpando del éxito de Jimmy a los que le contratan. La discusión se extingue a micrófono abierto, un colaborador retoma el ritmo “están ustedes oyendo El estado de la nación”. Duval cargada de humor señala “exactamente, así está la nación”. Acaba de nacer una de las anécdotas más peculiares de la radio, su recuerdo es imborrable. Han pasado ya 27 años.

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