La sesión fotográfica con nuestro personaje de portada, Tamara Falcó, tuvo lugar hace unos días en el palacio del Infante Don Luis de Boadilla del Monte, Madrid. Este edificio constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura palaciega de la segunda mitad del siglo XVIII en España. Su propietario el Infante Don Luis, fallecido en Madrid en 1785 a los 58 años, era hijo de Felipe V, el primer rey de la dinastía Borbón de nuestro país, y hermano de tres reyes, Luis I, fallecido prematuramente, Felipe VI, que murió sin descendencia, y Carlos III. Ha sido descrito como el mejor Borbón ilustrado y un auténtico mecenas de las artes. Ejemplo de todo ello es la cohorte de amigos, sirvientes y colaboradores que lo rodearon en su vida entre los que se cuentan personajes tan importantes como el Conde de Floridablanca, el pintor Luis Paret y Alcázar, el arquitecto Ventura Rodríguez, el músico y compositor Luigi Boccherini y el pintor Francisco de Goya. El infante se casó con María Teresa de Vallabriga, con la que tuvo tres hijos. La mediana de ellos, María Teresa de Borbón, se casó con Manuel Godoy, uno de los validos más fieles de Carlos IV. La familia fue retratada por Goya. Fue infante de España y conde de Chinchón.
El palacio se encuentra a escasos kilómetros de la capital y constituye el mejor y más cercano enclave patrimonial fuera del municipio de Madrid. Desde 1998, el conjunto palaciego es propiedad del Ayuntamiento de Boadilla del Monte quien se encarga de su recuperación. Sus jardines han sido recuperados según un plano de 1868 con cipreses traídos de la Toscana y tilos de Holanda y las huertas con todo tipo de productos de temporada, incluidas las ciruelas que tanto le gustaban al Infante Don Luis. En los meses de verano, se incorpora un restaurante bajo las pérgolas de los jardines y allí se celebran conciertos al aire libre. Actualmente se pueden realizar visitas guiadas al palacio y jardines y visitas libres a jardines y huertas. Esta joya arquitectónica ha servido para el rodaje de películas como Farinelli, Los fantasmas de Goya o Las Brujas de Zugarramurdi, entre series de televisión yanuncios publicitarios. En breve, se podrán celebrar bodas civiles en la magnífica capilla obra del insigne arquitecto Ventura Rodríguez.
El Infante Don Luis desarrolló a lo largo de su vida un amplio mecenazgo artístico, tanto mediante la adquisición de obras de arte siguiendo los consejos de Antón Raphael Mengs, como con el patrocinio a pintores contemporáneos como Francesco Sasso, Luis Paret y Alcázar o Francisco de Goya. Este afán coleccionista le llevó a reunir en sus palacios 909 pinturas tal y como atestigua su testamento, lo que permite considerarlo como uno de los más importantes coleccionistas españoles de la segunda mitad del siglo XVIII. La madre del Infante, Isabel de Farnesio, también atesoró una importante colección que se enriqueció con la herencia de su tía Mariana de Neoburgo, viuda del rey Carlos II. De igual modo, tras la muerte de Isabel de Farnesio, el Infante Don Luis heredó buena parte de su colección, constituida por 109 cuadros.Los autores más destacados de la pinacoteca del Infante son: Michiel Coxcie, Brueghel el Viejo, José de Ribera, Van Der Weyden, un supuesto Miguel Ángel, Francesco Sasso, Luis Paret, Alejandro de la Cruz, Francisco de Goya, Mengs, El Greco, Murillo, entre otros. Tras la muerte del infante en 1785, esta pinacotecase disgregó por museos y colecciones privadas y hoy encontramos estas obras en museos tan importantes como El Prado o la Galería de los Uffizi.
Formando parte de estos edificios vinculados al palacio se encuentra la Casa de Aves, llamada popularmente Gallinero, que complementaba el maravilloso gabinete de historia natural que había creado el infante en su palacio y que incluso competía con su hermano Carlos III. Este curioso edificio es reflejo de las inquietudes de la nobleza europea por atesorar e impulsar el conocimiento en todas sus facetas con especial incidencia en el ámbito de la naturaleza, todo ello como fórmula de ostentación. La colección de aves del Infante era la parte más relevante del pequeño zoológico que llegó a reunir. Pero su colección faunística también comprendía desde un oso vivo hasta incluso una cebra que vivía en semilibertad por sus jardines y que llegó a pintar su amigo Luis Paret y Alcázar.
En Europa contábamos con otros ejemplos similares como la desaparecida Ménagerie del palacio de Versalles o la del palacio de Schönbrunn, pero de todos estos edificios construidos ex profeso para albergar estas colecciones de animales vivos hoy en día solo contamos en España con el aviario del infante Don Luis en Boadilla del Monte. Este singular edificio en Boadilla del Monte y único en su género en España, se está restaurando actualmente, su destino es generar una zona ajardinada a su alrededor y en su interior habrá una excepcional instalación museográfica que pretende contar a los ciudadanos la relación entre la humanidad y los animales salvajes a lo largo de su historia. No se lo pierdan.
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