Adelgazar es una de nuestras grandes obsesiones, especialmente ahora que hemos comprobado que el encierro por el coronavirus ha hecho estragos con nuestra cintura y ha regresado la libertad de movimiento y el sol a nuestras vidas. Por eso esta es la época del año en que muchos de nosotros decidimos intentamos perder peso, ya sea acelerando nuestro metabolismo sin hacer dieta o probando suerte con alguna de las dietas tendencia del 2020… pero no todas tienen el mismo efecto sobre nuestra salud y la pérdida de micronutrientes es uno de los riesgos a tener en cuenta.
Un estudio realizado en la Universidad de California se encargó de comparar los efectos sobre nuestro peso de una dieta alta en fibra y una dieta baja en carbohidratos, pero lo que descubrió tenía menos que ver con nuestros michelines que con nuestro estado nutricional cada vez que usamos una dieta de este tipo: en ambas de observó que los participantes del estudio había renunciado a micronutrientes esenciales.
Según esta investigación, tras 52 semanas de dieta del grupo de voluntarios que seguía la dieta baja en carbohidratos perdió más peso que los que seguían la dieta rica en fibra, aunque ambos bajaron de talla. En su favor hay que decir que los que seguían la dieta con mayor fibra mejoraron sus niveles de colesterol más que los que tomaban poco hidratos. Pero ambos grupos consumieron menos de la dosis diaria recomendada de vitamina D, vitamina E, calcio, magnesio y cobre, es decir, ambas dietas eran pobres en micronutrientes.
¿Qué son los micronutrientes y por qué son necesarios?
Los micronutrientes son importantes para mantener el cuerpo sano y prevenir enfermedades. En el caso concreto de estas dos dietas los micronutrientes comprometidos son necesarios para todo tipo de funciones, desde mantener intacto el sistema inmune a formar los huesos o los glóbulos rojos. No tener los niveles adecuados de estas sustancias no es una buena noticia.
De la vitamina D te has cansado de oír hablar durante este encierro, porque es la vitamina que mantiene nuestras defensas intactas, pero además ayuda a fijar el calcio a los huesos y el buen estado de nuestros músculos. La encuentras en alimentos como el salmón, los huevos y la leche.
La vitamina E actúa en nuestro organismo como un potente antioxidante que ayuda a las células a repararse. Si no quieres renunciar a él debes incluir en tu alimentación, aunque estés a dieta, aceite de oliva virgen extra, frutos secos y verduras de hoja verde.
El calcio es archiconocido por su labor en la salud de nuestros huesos y su presencia en los lácteos. Pero recuerda que también las sardinas en aceite, el sésamo, las almendras. el brócoli y los garbanzos te pueden ayudar a ingerir la dosis adecuada de calcio diaria.
Sin el cobre no puedes asimilar la vitamina C, ni formar glóbulos rojos ni transportar el hierro hasta las células. Las legumbres, frutas como la ciruela, los cereales integrales y los frutos secos son ricos en cobre.
En cuanto al magnesio es un micronutriente que participa en más de 300 reacciones bioquímicas del organismo. Refuerza el sistema inmunitario del organismo y a proteger al corazón. No te conviene no tener suficiente magnesio en el cuerpo. Garantiza un buen suministro incorporando a tu dieta quinoa, plátano, avena, legumbres, espinacas y almendras.
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