Los Bridgerton (de la que esperamos ansiosas la segunda temporada) y The Crown son los dos flechazos Netflix que han conquistado nuestros corazones este invierno. La irrupción de Margaret Thatcher y Lady Di (por fin) en la serie de Netflix ha conseguido que esta sea la temporada más seguida de todas y tanta calidad ha tenido su primer reconocimiento en las nominaciones para los Globos de Oro: nada más y nada menos que seis nominaciones. Aunque hay pocos peros que ponerle a la cuarta temporada de The Crown, hemos querido hilar muy fino y confesar nuestra decepción porque no se recrearan algunos de los capítulos de la corona inglesa que sucedieron en la misma línea de tiempo que la serie. Estos cuatro momentos merecieron un poco de metraje en The Crown y los echamos de menos, ¿quizá den para un spin off?
El intento de asesinato de Margareth Thatcher
En 1984 el IRA colocó una bomba en el Hotel Brighton. Su objetivo era asesinar a la Primera Ministra, Margaret Thatcher. Obviamente no lo consiguieron, pero sí acabaron con la vida de cinco personas e hirieron a 31. Hubiera estado bien ver a Gillian Anderson metida en la piel de Margaret Thatcher afrontando ese duro momento.
La depresión posparto de Lady Di
Esta temporada apunta algunos de los problemas de salud mental que la princesa de Gales tuvo que enfrentar en su vida, especialmente sus trastornos alimentarios, pero deja de lado otros quizá para no abrumarnos con tanta desgracia junta. Uno de los más dolorosos es la depresión posparto que sufrió Lady Di tras dar a luz al príncipe heredero en 1982 que la llevó incluso a autolesionarse.
Las cartas de amor robadas a la princesa Ana
Poco nos cuentan de la pareja que forman la princesa Ana y el capitán Mark Phillips salvo que tienen problemas conyugales así, en general. Pero nos hubiera encantado ver una dramatización del momento cumbre de desamor de esta pareja, cuando en 1989 robaron cuatro cartas personales para desconcierto de la familia real, la princesa y su entonces esposo, que se enteró al mismo tiempo que el resto del mundo de que el comandante Timothy Laurence estaba enamorado de su mujer. Las cartas no se publicaron, pero no hizo falta, la pareja se acabó separando.
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