Mucho se ha dicho que, mientras duró el confinamiento, la cultura y el arte han sido un bálsamo que nos ha aliviado de su dureza. Como ocurrió con otros sectores a los que en la “vieja normalidad” no se les prestaba toda la atención debida –empezando por la sanidad–, experimentó un alza en la reivindicación popular. Así, asistimos de pronto a un florecimiento en la difusión de las obras de arte, una nueva primavera artística que afectó a medios de comunicación, redes sociales y hasta discursos oficiales. Si somos optimistas acerca del ser humano, de esto podríamos interpretar que cuando vienen mal dadas aprendemos a valorar lo que realmente importa. En ser pesimistas mejor no pensemos ahora.
Pero la mejor noticia es que, si durante todo este tiempo el arte nos ha hecho felices en su formato virtual, más felices seremos ahora que podemos disfrutarlo como siempre deberíamos hacerlo, en vivo y en directo. En todo el país están reabriendo museos, centros de arte y galerías. Siempre bajo medidas especiales adaptadas a la peculiar situación que atravesamos, por lo que la experiencia de la visita no será exactamente igual que antes: de hecho puede argumentarse que, en las pinacotecas más masificadas, será mejor. Figuran en el orden del día reducciones de aforo, reservas online, distancias de seguridad o gel hidroalcohólico por doquier. Como a casi todo, nos acostumbraremos a ello.
El Prado, hoy y siempre
Acaba de abrir sus puertas la que es nuestra pinacoteca más importante, y uno de los grandes templos del arte en el mundo. Y lo hace con una selección de sus fondos, una especie de greatest hits que jalonan 16 de sus salas (el resto del espacio permanece de momento cerrado) que supondrá una forma nueva de ver lo de siempre: perfecta metáfora de la nueva normalidad, por cierto. Quien necesite a toda costa volver a contemplar Las Meninas de Velázquez, El caballero de la mano en el pecho de El Greco o el Autorretrato de Durero podrá al fin aplacar su urgencia. Las piezas se han distribuido siguiendo una disposición museográfica que sugiere nuevas genealogías e interrelaciones. Y eso siempre se agradece. La pregunta que en este punto aplica, sobre todo para los habitantes de Madrid, es: ¿cuándo fue la última vez que visitamos El Prado?
Hay muchos más museos que ver
Como El Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza abre este fin de semana. Y para acceder a la colección permanente las entradas serán gratuitas durante estos dos primeros días. El ticket también da derecho a ver una exposición de arte actual, la de la estadounidense Joan Jonas. Realizada en colaboración con la Fundación TBA21 de Francesca Thyssen, resulta especialmente pertinente por su enfoque ecologista, hoy más de actualidad que nunca.
Por su parte, el Reina Sofía abre el acceso a varias de sus salas de la sede principal. También lo hace la exposición del artista povera Mario Merz en el Palacio de Velázquez del Parque del Retiro, una de las más interesantes que se habían inaugurado en Madrid en los últimos meses. Por desgracia, la pandemia ha deslucido ligeramente la celebración del 30 aniversario de este museo, pero esperamos resarcirnos de ello en el futuro.
A post shared by Museo Reina Sofía (@museoreinasofia) on
En Bilbao, los principales museos abrieron el pasado 1 de junio. Lo hacía el Guggenheim retomando la muestra del artista estrella danés Olafur Eliasson, como lo hacía el Museo de Bellas Artes, una de las joyas poco conocidas de la ciudad. Ya antes estaba operativo el Centro Botín de Santander, donde pueden visitarse exposiciones como la dedicada al vídeoartista albanés Anri Sala o la colectiva 25 años de procesos.
Tampoco faltan las opciones de ver arte en otras ciudades españolas: tienen a su disposición, entre otros, el MACBA de Barcelona, el CGAC de Santiago de Compostela, el Museo Picasso Málaga, Es Baluard en Palma de Mallorca o el IVAM de Valencia. Los distintos centros de Caixaforum han abierto también con la posibilidad de compra de entrada electrónica por franjas horarias, y en Madrid la exposición de Rodin y Giacometti puede verse de nuevo en la Fundación Mapfre, como en el Espacio Miró las obras del pintor catalán. Otros museos han anunciado que regresarán en breve, como el MNAC y la Fundación Joan Miró en Barcelona.
A post shared by Fundación MAPFRE Cultura (@mapfrefcultura) on
Éxitos e intentonas
Los museos dependientes de la Comunidad de Madrid volvían a admitir visitantes el pasado 24 de mayo. De entre ellos destaca el CA2M de Móstoles, donde nos esperan una exposición sobre humor absurdo español y otra con una espectacular instalación del artista barcelonés Francesc Ruiz. Manuel Segade, su director, ha difundido a través de la web del centroun interesante escrito donde presenta la nueva programación y su actividad redefinida de acuerdo con la nueva realidad, y también reflexiona sobre la actual situación de los museos y sus funciones en tiempos pandémicos y más allá. “es necesario aceptar que este tiempo diferente nos obliga a ensayar. Si espacios como el nuestro siempre han abrazado la posibilidad de error que implica cualquier forma de experimentación, los tiempos que vienen obligan a reivindicar la intentona como programa”, afirma.
A post shared by CA2MCentro de Arte Dos de Mayo (@ca2mmadrid) on
En el apartado de ensayos hay que destacar también la labor de las galerías de arte. Como pequeñas empresas que en su mayoría son, han visto sus ingresos –que provienen de las compras de coleccionistas- diezmados como consecuencia del confinamiento y la incertidumbre económica, lo que hace peligrar su subsistencia y también la de los artistas que representan. Muchas han reabierto ahora con la misma exposición con la que antes cerraron, de modo que quien en su día se la perdió puede retomarla ahora. Y hay mucho y muy bueno donde escoger: Ignasi Aballí en Elba Benítez, Teresa Solar en Travesía 4, Juan Asensio en Elvira González, de nuevo Francesc Ruiz en García Galería, Juan Francisco Casas en Fernando Pradilla o las estupendas colectivas de Helga de Alvear y The Goma son solo algunos casos. Pero hablábamos de ensayos, y de esa forma pueden calificarse las inauguraciones que algunas se han atrevido a poner en escena.
A post shared by Galería Elba Benítez (@galeria_elba_benitez) on
A post shared by Galería Travesía Cuatro (@travesiacuatro) on
El público de las galerías no está acostumbrado a inauguraciones restringidas y lleva mal las colas, el control de aforo y las esperas en la puerta. Exactamente igual que todos los públicos. Sin embargo, ahora está acatando este preámbulo a la nueva normalidad. Haciendo de la necesidad virtud, Galería Nueva inauguró este miércoles una muestra colectiva en la que los visitantes formaban una línea en la calle y los artistas iban desfilando frente a ellos portando sus propias piezas en las manos. Y la verdad es que aquello tuvo su gracia.
A post shared by Galería Nueva (@galerianueva) on
Las galerías, recordémoslo, son lugares a los que se puede acceder para disfrutar del arte libre y gratuitamente en horario comercial**. Redescubrirlas –o descubrirlas, quien no lo haya hecho aún– es una inmejorable opción para esta desescalada. Porque el último ARCO queda muy lejos, y el próximo ni les contamos.
Fuente: Leer Artículo Completo