No es casualidad que grandes iconos de estilo como Audrey Hepburn o Coco Chanel amasen por encima de todas las cosas el vestido negro. Pocas piezas hay más necesarias en el armario de cualquier temporada que esta silueta, indiferentemente de los matices propios de cada estilo. Idóneo para protagonizar los looks de día acompañado de unas sencillas sneakers, y quintaesencia de eventos nocturnos de cualquier tipo etiqueta, la practicidad de los mismos les define, así como su atemporalidad. Las opciones de vestidos negros son casi tantas como sus posibles combinaciones y, cada temporada, es uno el que reina.
De cara a este año el minimalismo más noventero se impone en toda la industria de la moda, que ha decidido tomar esta década como la mayor fuente de inspiración para todo tipo de prendas, desde jeans hasta accesorios como bandanas. En el caso de los vestidos negros de 2020, la silueta ceñida estilo tubo predomina sobre las más voluminosas y la asimetría protagoniza el escote de los mismos, dejando un único tirante como protagonista. El largo se sitúa a la altura de las rodillas, creando el vestido midi perfecto y más favorecedor.
Así lo han propuesto firmas como Bottega Veneta, Chanel o Burnett sobre las pasarelas y, al mismo tiempo, el vestido negro de un solo hombro se convertía en pieza de culto gracias al look de Givenchy con el que Meghan Markle lucía embarazo en British Fashion Awards.
Las formas de llevarlo son múltiples, aunque la gran triunfadora es la sencillez. El vestido negro asimétrico se acompaña de pequeños accesorios en oro de estética minimalista y sandalias de tiras.
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
¡Lo quiero!
Fuente: Leer Artículo Completo