La primavera-verano de 2015 fue una de las que quizá recordarán siempre José Luis Bartomeu y Albert Escribano pues fue el verano en el que la primera colección de su marca veía la luz. Hereu, como se llama esta firma de accesorios, fue una vuelta a las raíces, concretamente a las del mar Mediterráneo después de que sus fundadores pasaran años en Londres y en París. “Nació como un proyecto personal de los dos, inspirado por nuestra cultura y recuerdos del Mediterráneo. Accesorios creados a partir de técnicas tradicionales, reinterpretados y modernizados para que sean contemporáneos a la vez de clásicos”, nos cuentan Bartomeu y Escribano.
En efecto, sus bolsos y zapatos para hombre y para mujer recuerdan a los zapatos de toda la vida de la costa mediterránea española pasados por el filtro cosmopolita de quien ha habitado en algunas de las ciudades más vibrantes de Europa. Un mix irresistible que les ha hecho llegar a vender sus productos en todo el mundo con una especial presencia en países como Japón y Estados Unidos. Esta diversidad geográfica les ha permitido ver cómo ha afectado la pandemia en términos de ventas en las diferentes partes del planeta, “Sí, ha habido mucha disparidad, Japón ha sido el país al que menos ha afectado”, afirman. Corroboran lo que otras pequeñas marcas, que ya nacieron con el sello digital, nos han contado y es que las ventas online han aumentado.
Hereu centra su proceso de producción en talleres artesanos y locales por lo que esa vuelta a normalidad parece un poco lejana: “Todos los talleres estuvieron cerrados durante el estado de alarma, algunos hicieron ERTE y ahora intentan poco a poco volver a la normalidad, pero esta industria es dependiente de muchos proveedores, por lo que es un trabajo de muchos el que todo vuelva a pleno rendimiento”. Sin embargo, y a pesar de la incertidumbre del principio, Albert Escribano y José Luis Bartomeu han sabido sacar la parte positiva de todo esto tal y como ellos nos cuentan, “las primeras semanas las vivimos con mucha incertidumbre, y llenas de malas noticias, las ventas wholesale de la colección de Invierno se vieron muy afectadas, en cambio aumentaron nuestras ventas online, pero sobre todo nos provocó un instinto de supervivencia y de positivismo”.
La crisis les ha servido para parar y hacer un trabajo retrospectivo, “analizando nuestros mejores productos, para asegurarnos de que no los dejamos de lado y pasamos a algo nuevo demasiado rápido”. También han podido reflexionar mucho, algo que les ha ayudado a reafirmarse en que “el planteamiento de nuestra marca es correcto para este tiempo en el que vivimos”. Aunque no se atreven a pronosticar si todo esto cambiará la forma de comprar, desean que evolucione hacia “un consumo más consciente” y tienen claro que el futuro para la supervivencia de marcas como la suya pasará por “tener una plataforma digital y desarrollar estrategias alrededor de ella”.
Mientras vemos qué pasa con el futuro y si podremos tener o no vacaciones, asomarse a la página web de Hereu y llevar cualquiera de sus bolsos o zapatos es ya un viaje al centro del Mediterráneo que conviene no perderse.
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