En el periodo que comprende el puente entre estaciones, cuando una está terminando y otra a punto de empezar, el vestuario reclama aliados para afrontar la transformación de temperaturas. Si hay periodos que resultan especialmente difíciles a la hora de crear estilismos, estos son los intermediarios que nos ceden paso desde la temporada de verano hasta la de invierno y viceversa.
El otoño y la primavera son, por ende, las dos estaciones en las que los looks se forman por conjuntos en los que (casi) todo vale. Desde vestidos de flores conjuntados con botas cowboy hasta sudaderas con pantalones cortos debajo e, incluso, calcetines que acompañan a las zapatillas y mocasines de temporada.
Pero si existe un acompañante perfecto para afrontar esta incertidumbre estilística, las prendas exteriores ocupan el trono de prioridades a la hora de buscar la pieza que coordine cualquiera de los outfits. Sus diferentes versiones se adaptan a tendencias y su presencia se mimetiza en cualquier temporada. Desde las lecciones más informales que hemos podido ver en las últimas presentaciones de firmas como Alberta Ferreti con cazadoras magníficas, pasando por otras en clave denim y deportivas o étnicas hasta las más sofisticadas como las maxi blazers vistas en los desfiles de Isabel Marant, Louis Vuitton o Balmain.
También las chaquetas de punto clásicas o modernas vistas en temporadas anteriores -como en Jacquemus– y los trench, forman el fondo de armario indiscutible de entretiempo alternando, eso sí, entre los colores neutros y los más vibrantes para recordar que, el buen tiempo, todavía hace honor a la estación. Incluso otras prendas como las camisas ganan terreno y actúan de abrigo en materiales como la pana para otorgar a tus looks de un guiño diferenciador y una apuesta de éxito asegurada. Proponemos a continuación algunos ejemplos que puedes encontrar a pie de calle.
¡La quiero!
¡La quiero!
¡La quiero!
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