El lino es sinónimo de verano. Ningún otro tejido nos evoca tanto los días estivales como este. Dota a las prendas de una gran ligereza y un espíritu relajado pero con un punto chic, razón por la que se adapta prácticamente a todas las situaciones que van a darse en las semanas venideras. Una cena con amigas frente al mar, un paseo al atardecer, una visita a una terraza de moda, un baño de sol en un hotel elegante…
Cuando se trata de vestidos de lino, este tejido adquiere su máxima expresión. Es perfecto para los días de calor porque su capacidad para regular la temperatura. Tiene la particularidad, por un lado, de absorber el agua rápidamente, y por otro la de expulsarla. Por eso te mantiene tan fresca en verano. También es un tejido muy resistente (una cualidad definida por la calidad de la fibra en cuestión), así que no se engancha ni se rasga, como ocurre con otros tejidos que suelen componer los vestidos. Y, al contrario que otros, cuanto más se lava, más agradable al tacto y a la vista resulta. Además, repele de manera natural los malos olores.
Además, el lino es uno de los tejidos más sostenibles, ya que en su fabricación no suelen emplearse productos químicos dañinos para el medio ambiente. Por si fuera poco, tiene un cierto toque regio, definido por una tradición que tiene su origen nada menos que en el Antiguo Egipto.
En su colección de verano, Zara tiene algunos de los vestidos de lino más bonitos de esta temporada. Largos o cortos, lisos o estampados, con o sin apliques, de manga corta o de tirantes, puro o mezclado con otros tejidos… todos ellos van a introducirte en el mood estival en un momento.
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