Hay dos momentos en la vida que marcan la relación que los españoles tenemos con Portugal. El primero es cuando visitas el país luso por primera vez con tus padres, todavía siendo pequeña, y vas de una tienda de toallas a otra de trapos de cocina. Y el segundo momento es cuando se convierte en el destino de una primera escapada con tus amigas o tu pareja. La primera vez, te aburres como todo niño pequeño que preferiría estar corriendo por un parque, pero la segunda vez te enamoras locamente y Lisboa se convierte en una de tus ciudades preferidas.
© Carola de Armas
Una escapada de dos o tres días a Lisboa es un planazo y si has estado recientemente por allí, seguro que has notado que el resto de los europeos y parte de los norteamericanos también se han dado cuenta de esto. Lógico: sus calles son preciosas para pasear, la gastronomía es estupenda y el clima suele ser bueno. Pero, además, hay un montón de tiendecitas preciosas en las que puedes dejarte llevar y una de ellas es súper especial: la tienda de cosmética Benamôr.
Casi un siglo haciendo cremas
Esta casa de cosmética portuguesa lleva haciendo cremas para cuerpo y cara desde 1925. Las fórmulas de esta familia de farmacéuticos empezaron a hacerse famosas hasta tal punto que incluso la familia real portuguesa se rindió ante lo maravilloso de sus fórmulas. La reina Amalia de Portugal, una de las mayores fans de la marca, les nombró proveedores reales en 1935 y desde ese momento sus cosméticos se convirtieron en una leyenda.
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Por eso, pasar por la tienda Benamôr es obligatorio para todas las fans de la belleza. Pero, ¿qué comprar? Su Créme de rostro es una buena opción, pero si se trata de un encargo que le haces a una amiga que se va allí a pasar unos días, mejor pídele que te traiga su famosa crema de manos Alantoíne.
Se trata de uno de los productos emblemáticos de la marca y se ha convertido en una de las cremas de manos preferidas por las portuguesas. Su fórmula no solo es súper hidratante sino que además tiene propiedades antisépticas y protectoras. Deja las manos súper suaves pero sin esa sensación pegajosa que dejan otras cremas y es que se absorbe al instante. Y por si esto fuera poco, deja las manos perfumadas con un ligero y fresco aroma a limón.
Crema de manos Alantoíne, de Benamôr. © Cortesía de Laconicum
Por otro lado, su packing en forma de pomada es una monería. Decorado con motivos art decó que recuerdan a los famosos azulejos portugueses, el tubo de crema es tan bonito que no lo vas a querer tirar cuando se acabe.
¿Te parece maravillosa y tienes muchísimas ganas de probarla? Pues si finalmente te vuelves adicta a esta crema de manos y no vives en Portugal, no te preocupes. También puedes comprarla desde España a través de Laconicum así que sin problema.
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